jueves, 8 de mayo de 2014

Crónica de una muerte anunciada



El autor de nuestra obra es Gabriel García Márquez. En su vida estudió leyes, pero sus caminos se vieron entrelazados al periodismo. Hecho, que se ve reflejado en sus escritos posteriormente. Novelas como La hojarasca, Cien años de soledad (con su controversial pueblo Macondo) y la cual estamos prestos a discutir a continuación, son ejemplos de la esencia del escritor, histórico, mágico y sublime.

Esta majestuosa novela conlleva un grado de captación fino. Mediante la obra, el narrador, amigo de la víctima, investiga los sucesos de la muerte de Santiago. Más aún, el título hace honor a los eventos. Literalmente, los gemelos Vicario habían anunciado a la mayoría, por no decir todos los del pueblo, sus intenciones. Fueron pocos como Clotilde Armenta, Luisa Santiaga y Cristóbal Bedoya aquellos que dignamente trataron de evitar semejante tragedia. La cual, no redunda en el misterio fundamental de la obra, sino las razones que condujeron a ella. El cómo emergen los eventos a dicha fatalidad en respuesta a los personajes, son la moraleja de la historia. 

Esta pieza de literatura se puede describir con base simple, pero contenido complejo. Los gemelos Vicario asesinan a Santiago, para recuperar así, el honor de su hermana Ángela. La cual, fue devuelta a sus padres por su marido Bayardo San Román por no haber llegado virgen al matrimonio. Su complejidad redunda en la veracidad de los hechos y la cronología de los mismos.

La obra está enmarcada durante los años 60 en las costas de Colombia. Dato que expresa el narrador en la página 34 del libro: “…se alcanzaba a ver el horizonte nítido del Caribe y los trasatlánticos de turistas de Cartagena de Indias”. Anterior a esto, se menciona el uso de telegramas; popular recurso para dicha época. Por consiguiente, la novela es basada en contornos históricos de esos años y el uso de técnicas del realismo mágico. Los mismos se pueden apreciar al mencionar  el alma de Yolanda de Xius buscando sus pertenencias. Se utiliza un estilo peculiar al dar por hecho desde un comienzo la muerte de Santiago. Dejando así, una intriga pendiente del cómo ocurrieron los sucesos y el por qué no se pudo evitar el mismo. Esta incógnita, es revelada a través del espacio y tiempo del narrador. Basado en su cronología, enfoque y perspectiva de los eventos. El drama mantiene al lector pendiente, al ir descubriendo poco a poco, todos los ángulos conducentes a la tragedia.

La sociedad ejerce una presión en los sucesos de la novela. Por ejemplo, los hermanos Vicario no reflejaban deseos reales de acabar con la vida de Santiago. Es por esto, que divulgaron sus intenciones en todo momento. Sin embargo, su familia impone semejante peso sobre sus hombros por estar en juego el honor de su hermana. Su lucha entre lo moral ante Dios o ante los hombres los hace caer en remordimientos una vez encarcelados. Los mismos, representados ante los dolores de estómago y fiebre mediante dicho encierro. Sin menospreciar, un drama psicológico en el papel de Ángela Vicario. No acepta de ningún modo el matrimonio arreglado con Bayardo San Román, luego deja serias dudas sobre la culpabilidad de Santiago ante sus actos- provocando su muerte y sumergiendo a San Román en una gran depresión- para finalizar escribiendo como una demente a su gran amor por 27 años, que resulta ser, San Román. Resultando así, contradictorio e infructuoso.

El autor deja durante toda la obra simbolismos y huecos pendientes. Incluso, proyecta varios puntos bíblicos para lograr dar significado a algunas escenas. Por ejemplo, cuando Santiago es apuñalado, Pedro Vicario declaró que su cuchillo salía limpio, sin sangre. Este hecho es similar a cuando Jesucristo fue herido en el costado estando en la cruz. Dando por hecho, que los hermanos Vicario estaban matando a un hombre inocente. Otro dato completamente inconcluso y frustrante en grandes dimensiones, es saber quién fue el sujeto real por el que Santiago fue condenado a muerte. Creando en el lector un mal sabor de suposiciones nunca descifradas por el autor. Por último, menciono un hueco que es arrastrado durante el transcurso de toda la lectura, ¿llovía esa mañana? ¿Es el simbolismo de sus sueños? Estas interrogantes son algo lamentable. Solo Plácida Linero (madre de Santiago) y el alcalde dijeron que había llovido, mientras el resto, dijo lo contrario. Sin embargo, al principio de la novela es narrado: “pero la mayoría estaba de acuerdo… que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda…” Hecho que contradice los resultados, dejando nula la incógnita, sin significado alguno.

Personajes Principales

·         Santiago Nasar – es un joven apuesto y alegre de descendencia árabe. Heredó la hacienda de su padre, por lo que es un hombre adinerado. En tanto, es novio de Flor Miguel, aunque eso no lo detiene de ser mujeriego. A su vez, fue inculpado de haberle quitado la virginidad a Ángela Vicario, razón por la cual, fue asesinado por los hermanos de ella.

·         Ángela Vicario – joven y hermosa. Se casó con Bayardo San Román y fue devuelta la misma noche por no ser virgen. Inculpó a Santiago Nasar por lo ocurrido. Luego de 27 años de escribir cartas a San Román, éste vuelve con ella.

·         Pedro Vicario – hermano de Ángela y gemelo de Pablo (24 años). Decidió en un comienzo dar muerte a Santiago, aunque luego se arrepintió de ello. Su hermano lo terminó por convencer. Fue militar y al parecer contrajo una enfermedad de transmisión sexual. Situación por la cual, se le dificulta orinar y mantiene su pene vendado con gasas.

·         Pablo Vicario – gemelo de Pedro y hermano de Ángela. Es el más sumiso del hogar y siempre seguía a su hermano. Sin embargo, una vez éste se arrepintió lo convenció de hacerle honra a su familia.

·        Bayardo San Román – joven de familia adinerada. Una vez se aferraba a algo, buscaba conseguirlo aunque fuese por medio de su dinero. Se casó con Ángela Vicario y la devolvió a sus padres por no ser virgen. Su frustración fue tal, que cayó en una gran depresión que por poco le causa la muerte. Luego de 27 años, regresa con Ángela. 

Personajes Secundarios

·       Ibrahim Nasar - árabe y difunto padre de Santiago Nasar. Tuvo un amor secreto con Victoria Guzmán y abusó de ella. Enseñó a su hijo el valor y la prudencia. Compró un depósito que estaba en desuso y lo convirtió en una casa para vivir. Murió tres años antes de la tragedia.

·         Plácida Linero – es la madre de Santiago Nasar. Amaba a su hijo y buscando protegerlo cerró la puerta principal cuando vió correr a los hermanos Vicario, pensando que su hijo se encontraba ya dentro de su casa. Factor que provocó la muerte de su hijo frente a su casa. Aún luego de 27 años vive desconsolada y sufriendo su muerte.

·         Victoria Guzmán - cocinera de la familia de Santiago Nasar. Antes de ser la cocinera, fue amante de Ibrahim Nasar. Negó haber sabido sobre la amenaza de muerte a Santiago. Su hija dice que en el fondo su corazón su madre quería que lo mataran.

·         Divina Flor - hija de Victoria Guzmán. Era cortejada por Santiago Nasar y sobreprotegida por su madre.

·         El obispo - aborrece el pueblo, al punto de pasar en su buque frente él, sin bajarse. Evento ocurre justo el día en que Santiago muere.


·         Luisa Santiaga – es la madre del narrador, y por tanto de Margot, Luis Enrique, una hija monja y Jaime; madrina de bautismo de Santiago Nasar, en honor a quien éste fue nombrado. Una de las pocas personas que fue, tan rápido supo la noticia, a avisar a su comadre Plácida, madre de Santiago.

·         Margot - hermana del narrador. Vivía enamorada de Santiago y lo invitó a desayunar a su casa la mañana en que le dieron muerte.

·         Jaime - hermano menor del narrador.

·         Luis Enrique - hermano del narrador. Compartió con Santiago la noche antes de su muerte hasta emborracharse. Los hermanos Vicario le avisaron que iban a matar a Santiago, pero él nunca pensó que fueran capaces.

·         Clotilde Armenta - dueña de la tienda de leche de la plaza. Fue en su establecimiento que los gemelos Vicario esperaron a Santiago. Fue de las pocas personas que intentó hasta el último momento de evitar aquella muerte. Habló con el alcalde, con los hermanos y hasta gritó a Santiago para que corriera.

·         Padre Carmen Amador - párroco del pueblo y ex-estudiante de medicina. Le hace una autopsia muy poco exacta al muerto. Actuó negligentemente al saber que iban a matar a Santiago. Iba a notificarle a Plácida Linero cuando pasara por su casa, pero como estaba preocupado por la llegada del obispo, se le olvidó.

·         Cristóbal "Cristo" Bedoya – amigo fiel de Santiago Nasar. Estuvo con él toda la noche y una vez se enteró de la noticia lo buscó por todas partes, pero no tuvo éxito. Trató de defender a Santiago diciéndole a los hermanos Vicario que éste andaba armado, pero no resultó.

·         Lázaro Aponte - Coronel retirado y alcalde del pueblo. Su prioridad era la llegada del obispo, por lo que no atendió con premura la amenaza de muerte en contra de Santiago Nasar. Decide quitarle los cuchillos a los hermanos Vicario sin la mesura de vigilarlos en caso de armarse con otros. Luego cuando se le notifica que tenían otros, dice que atenderá el asunto, pero su letanía da paso al asesinato, cuando pudo evitarse.

·         Viudo de Xius - viudo de Yolanda de Xius, y dueño original de la casa más bella del pueblo, que es comprada por Bayardo San Román. Murió al cabo de dos meses luego de haberla vendido, pues le remordía la culpa de haber valorado al fin y al cabo, más el dinero que las pertenencias de su difunta mujer.

·         Flora Miguel - novia de Santiago Nasar desde la escuela, y se iban a casar en el año en que lo mataron. Sufre cuando se entera que Santiago lo habían acusado de quitarle la virginidad a Ángela Vicario. Incluso, pese a saber de la amenaza le dice: “y ojalá te maten”. Fue la primera persona que le hace saber a Santiago que lo buscaban para matarlo.

·         Nahir Miguel – suegro de Santiago Nasar. Es un hombre de respeto en su hogar y trato de ayudarlo ofreciéndole resguardo en su casa o un rifle para defenderse. Cabe señalar, que Santiago trastornado por la noticia, salió sin el rifle.

·         Poncio Vicario - padre de Ángela Vicario. Era orfebre y se había quedado ciego.

·         Pura Vicario - madre de los gemelos (Pablo y Pedro) y de Ángela Vicario. Obliga a su hija a casarse con Bayardo San Román diciéndole: “el amor también se aprende”.

·         Prudencia Cotes - novia de Pablo Vicario. Dice no se casaría con él sino hace honor a su hermana. O sea, si no mata a Santiago. Lo espera hasta que sale de la cárcel y luego se casan.

·         Mercedes Barcha - futura esposa del narrador.

·         María Alejandrina Cervantes - dueña de un prostíbulo del pueblo. Santiago Nasar estuvo enamorado de ella en la adolescencia pero su padre árabe los separó. Había arrasado con la virginidad de los hombres del pueblo. Incluso, el narrador tenía un vínculo cercano con ella, cual siempre lo esperaba desnuda. Lloró la muerte de Santiago.


·         Rogelio de la Flor - marido de Clotilde Armenta.

·         General Petronio San Román - padre de Bayardo San Román, héroe de guerrillas civiles. Adinerado- vino a llevarse a su hijo del pueblo luego de encontrarlo en una depresión que por poco le provoca la muerte.

·         Alberta Simonds - madre de Bayardo San Román. Mujer preciosa de piel canela. Había sido proclamada en su juventud la más bella de las Antillas.

·         Faustino Santos - carnicero del pueblo. Ve a los gemelos Vicario afilar sus cuchillos aunque no hace nada ya que cree que están borrachos.

·         Leandro Pornoy - agente de policía. Cuando le notifican que los hermanos Vicario estaban decididos a matar a Santiago Nasar, informan de ello a Lázaro Aponte. Lo único que hace es quitarle los cuchillos, pero no los vigiló luego.

·         Doctor Dionisio Iguarán - doctor del pueblo, primo hermano de Luisa Santiaga.

·         Hortensia Baute - vecina del pueblo.


·         Suseme Abdala - matriarca de la comunidad de árabes asentados en el pueblo.

·         La monja - hermana del narrador.

·         Próspera Arango - retrasa a Cristo Bedoya cuando éste buscaba a Santiago para notificarle que lo buscaban para matarlo. Le pide que haga algo por su padre que estaba agonizando en el sardinel de su casa.

·         Meme Loaiza – testigo de la muerte de Santiago.

·         Aura Villeros - comadrona del pueblo.

·         Polo Carrillo - dueño de la planta eléctrica. No le agradaba Santiago Nasar.

·         Fausta López - mujer de Polo Carrillo. Tenía un mal concepto de los turcos.

·         Indalecio Pardo - amigo de la familia de Santiago Nasar.

·         Escolástica Cisneros – testigo de la muerte de Santiago.

·         Sara Noriega - dueña de la tienda de zapatos del pueblo.

·         Magdalena Oliver - vecina del pueblo en el que el protagonista vive

·         Yamil Shaium - árabe y antiguo socio de Ibrahim Nasar. Buen amigo de la familia.

·         Wenefrida Márquez - tía del narrador. Vive en frente de Santiago Nasar y fue la última que lo vio con vida y escuchó sus últimas palabras al éste contestarle: “Que me mataron, niña Wene”.


·         Poncho Lanao - vecino de Santiago Nasar. Contempló los últimos segundos de vida de éste.

·         Argénida Lanao - hija de Poncho Lanao. Se paralizó del susto al ver a Santiago aguantando sus entrañas.

·         Juez instructor - bastante joven. Éste es su primer caso. Se queda perplejo al no entender cómo una muerte tan anunciada no pudo ser prevenida.


·         El narrador – amigo de Santiago Nasar y Cristóbal Bedoya. Luego de 27 años se da la tarea de investigar los sucesos que trascendieron la mañana en que murió Santiago. Sus entrevistas y comentarios son la base de la novela.

La señora en su balcón



            La autora, Elena Garro, nació en México para la época de la Guerra Cristera. Estudió literatura y teatro; se destacó en ello como narradora, poeta, periodista y dramaturga. Escribió 16 obras de teatro, más de 10 novelas y numerosos cuentos. Obtuvo el premio Xavier Villaurrutia por la novela “Los recuerdos del porvenir”. Fue al igual galardonada con los premios Grijalbo y Sor Juana Inés de la Cruz, respectivamente. Sus obras se canalizaban hacia un ángulo crítico y justiciero. La marginación hacia la mujer y el machismo son temas manejados en su obra “Los perros”. Otros conceptos que enmarcaba eran tanto la libertad femenina como la libertad política. Fue acusada por conspirar para derrocar el gobierno de su país, y por ello, fue exiliada. Tras regresar de Europa luego de 20 años, muere en su país natal reconocida internacionalmente.


            Esta obra relaciona la realidad con la fantasía, la locura versus la cordura. Usa de resguardo su título para recrear el ambiente utilizado. Una señora en el balcón que revive memorias, repasando su vida. Así mismo, en busca de lo inexistente, decide terminarla. Cada personaje resulta una pieza fundamental en ella. Clara (protagonista), es vieja, canosa y melancólica. Luego surgen sus memorias: Clarita, niña infantil e inocente y Clara adulta, una mujer irrealista y liberal. Entra en escena el profesor García, quien enseña geografía y borda en lo impaciente. Los novios de Clara: Andrés, joven enamorado y Julio, gruñón y realista. Finalmente, el lechero, del que solo sabemos anuncia la muerte de la protagonista.

           “La señora en su balcón” carece de una descripción clara de los personajes secundarios. Al igual, la protagonista debió mantener conversación con todas sus memorias en la última escena. No pese a esto, tiene un muy buen patrón de secuencias. Su mensaje es preciso y constante; presenta la ausencia de la realidad como método de escape. Como reseña final, fue estupenda la integración e interacción de las metáforas en la obra.

La cocina de la escritura


Enriquecido es leer las experiencias de una escritora como Rosario Ferré. Cómo, tras su búsqueda incesante de un tema objetivo, llega hasta su ser. Reconociendo que ante la ignorancia, la muerte es de temer. Más comprende la manera en que la literatura se vuelve tu espacio, tu desahogo. Por el cual, fuera de toda crítica, se debe escribir según el deseo. La vida misma, los tropiezos, las anécdotas de otros, sus cuentos, son tu mundo de proyectos. Te das cuenta cómo tu propia obra te consume, te hace parte de ella. Una pizca de tu esencia traslucida en tinta y papel. Tal como la autora expresa en su escrito: “ninguna virtud o pecado le es ajeno”. Es sumamente interesante observar cómo la literatura te enseña lo que otros han aprendido.

La autora nos realiza una reseña sobre el sentir al escribir. A través de cual, se pueda lograr una causa, transmitir un mensaje. Lo describe mediante las expresiones “voluntad de gozo” y “ser útil”. Durante su época le tocó vivir experiencias sexistas en contra de la mujer. Por tal razón, despierta en su interior la necesidad de venganza. De tal manera, repartir una porción de la literatura obscena revertida sobre ellas. Por consiguiente, conoció en su trayecto el trascender de la satisfacción. Lo que a su vez, logra comprender el punto donde la obra es suficiente. Por el cual, no le falta contenido, no le sobra…es perfecta. En resumidas cuentas, dándole forma y emoción a las palabras con un fin.

Mediante este corto, pero abundante contenido, Ferré nos trae un manjar de temas. Primero, se sorprende que no todas las personas puedan percibir la imaginación. Talentos que al ser propios, aceptamos como normales hasta tal confrontación. Segundo, redunda cómo el hombre trata subordinadamente a la mujer en éste aspecto, también. Nuevamente, trastocando el trasfondo social de su época. Marginando el hecho de haberlo recreado, sino más bien siendo partícipe. Concluye, con varias críticas al sistema de enseñanza en literatura. Recalcando, que no se imparten cursos para la creación, sino para definirla. Sentido que aprovecha para diferenciar al crítico especialista del escritor. Aquél, que con su arte, ingenio e imaginación es quien promueve la existencia de un lector.

El último capítulo constituye el punto esencial del ensayo en su totalidad. Intenta establecer la inexistencia de una escritura femenina o masculina independiente. Enfatizando, todas como iguales, y a su vez, individuales. Tal como lo es el código genético de cada ser humano. No pese a ser mujeres, las diferencia sus experiencias, su ambiente. Aunque la literatura no discrimina ni caracteriza un sexo, nuestra autora indica unas diferencias. Expone, que la mujer es más perceptible al sentimiento, a lo interior, dada su naturaleza materna. Para luego recalcar, que más allá del género, recae el pensamiento. Finaliza entonces expresando lo siguiente: “sino con la sabiduría con la que se combinan los ingredientes”.


jueves, 24 de abril de 2014

Cónsono con el sentido- por qué escribimos

Cónsono con el sentido- por qué escribimos

   
       La vida de un escritor, poeta o artista está envuelta en paños de consuelo, lágrimas o despojo. Su modo irregular de expresarse provoca la intriga de muchos; logrando un desequilibrio en las relaciones interpersonales. Nada es cierto, pero puede serlo. Se confunde la realidad con la fantasía y es de temer aquello que uno escriba. La intimidad pareciera cobrar vida, pero...¿en realidad nos descubrimos y la exhibimos? Suele dar un contraste de emociones entre líneas, cuando lo que son, no es más, que imaginación creativa. La literatura, la pintura y otros medios, son espacios para la inspiración, pero no es necesario ser parte de ello. Me recuerda aquel ensayo de Rosario Ferré (La cocina de la escritura) y el discrimen hacia la mujer, lo que ha ganado amplitud, pero ahora sin género específico, sino al arte como factor común. Espero poder en la vida expresarme sin temor, sin la agonía del pensar hacia mi persona, así como si fuera mi autobiografía. Dios bendiga el arte de escribir.